31 de Agosto Kalea, 44 - 20003 Donostia - San Sebastían, Gipuzkoa +34 943 42 96 54

NuestraHistoria

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La calle 31 de Agosto es, probablemente, la más emblemática de San Sebastián, por varios motivos. Por un lado, se puede considerar esta calle como el origen de la ciudad que hoy conocemos, a nivel gastronómico y social, entre otros. Por otro, recibe el nombre del acontecimiento más trágico que vivió la ciudad y que se produjo en esa fecha del año 1813: el asalto y posterior incendio por parte de tropas inglesas y portuguesas durante la Guerra de la Independencia española; antes ostentaba el nombre de Trinidad. Esto hace que sea la única calle que se conserve del antiguo San Sebastián, en concreto el lado par, donde podremos ver ejemplos arquitectónicos de aquella época, tanto religiosos como civiles (de los que destacamos los números 42 y 44).

La historia de este trágico día se describe a continuación.

Corrían los últimos días de la ocupación de España por parte de las tropas de Napoleón, apenas les restaban una docena de plazas fuertes. Entre ellas, San Sebastián, sitiada por mar y tierra por tropas inglesas y portuguesas desde el mes de junio. Un asedio que culminó con el asalto final realizado el 31 de agosto, pero que no fue el único, ya que un mes antes, el 25 de julio, se había producido otro asalto, que resultó desastroso para los británicos. En esta ocasión, el ataque se inició a las 4 de la madrugada y se optó por hacerlo por la brecha creada en la muralla, de ahí el nombre de Mercado de la Bretxa, que recibe ese nombre por ocupar la zona donde se produjo la abertura.

El asalto nuevamente parecía encaminarse hacia un nuevo desastre para las tropas británicas, hasta que un hecho fortuito, la explosión de un polvorín en las inmediaciones a las 12:40 horas, provocó el desconcierto entre las tropas francesas. Esto permitió a los británicos penetrar en las defensas y forzar a los franceses a refugiarse al abrigo del castillo de Urgull, lo que dejó la ciudad en manos de las tropas inglesas y portuguesas.

Lamentablemente fue a partir de este momento cuando la situación se torció para la población civil, ya que comenzaron los actos de pillaje, violaciones y asesinatos y, por si fuera poco, las tropas atacantes prendieron fuego a las casas. Un incendio de 6 días de duración destruyó la casi totalidad de la ciudad, incluido el Ayuntamiento, con todo su archivo histórico incluido, dejando escasos edificios en pie: la fila de edificios adyacentes al monte (la actual calle 31 de Agosto), algunos cercanos a la Iglesia de San Vicente y aquellos que estaban adosados a la muralla del frente de tierra.

Finalmente, las tropas francesas atrincheradas en el castillo se rindieron el 8 de septiembre.

Antes del asedio y posterior incendio, San Sebastian tenía una población de unos siete mil habitantes, de los cuales sobrevivieron entre 3500 y 4000, lo que significa que casi la mitad de la población murió o desapareció a consecuencia de este suceso. No obstante, a raíz de estos acontecimientos surgió el espíritu de superación, ya que el 8 de septiembre los supervivientes tomaron la decisión de reconstruir la ciudad. La actual Parte Vieja donostiarra es el resultado de aquella resolución.

Es por todo ello que cada 31 de Agosto se conmemora esta tragedia con una tamborrada, y que al anochecer se enciendan velas en todos los balcones a lo largo de la calle para conmemorar el incendio de San Sebastián.